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Santo Ángel de la Muerte, espíritu esquelético, poderosisimo y fuerte, indispensable en los momentos de peligro. Yo te invoco seguro de tu bondad.
Ruego a Dios Todopoderoso concédeme, tus milagros, que aquel que nos haga daño; que se arrepienta por toda su vida, el daño o mal de ojo que me hizo que se devuelva contra el enseguida.
Para aquel que engaña, buen espíritu de la muerte hazle sentir el poder de tu guadaña.
en el juego y en el negocio, te nombro mi mejor abogada.
Y que todo aquel que contra mi viene, hazlo perdedor.
Oh Señora Muerte, mi Ángel Protector. amen
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