jueves, 14 de noviembre de 2013
Origen moderno en la cultura de la Santa Muerte.
El culto de la Santa Muerte se remonta a 1795, cuando los indígenas adoraban un esqueleto al que llamaban Santa Muerte en un poblado del centro de México y hay testimonios de que este culto permaneció oculto en los últimos dos siglos.4 La leyenda popular, que se supone transmitida de boca en boca, indicaría que este culto haya estado naciendo alrededor de los años sesenta. Cuando en Catemaco, Veracruz, México, un local vio la figura de la Santa Muerte dibujada en las tablas de su choza. Fue a pedirle al cura local que verificara la imagen y la canonizara, pero este se negó rotundamente tachándola como rito de satanismo, de ahí que este culto se difundiese de persona a persona, sin tener una organización fija, por el temor a ser visto como satánico. Por lo menos, hasta el día de hoy.
A ella se daría a conocer el culto en el estado de Hidalgo, México, en el año de 1965. La Santa Muerte es así adorada o venerada sobre todo por personas que cotidianamente ponen en riesgo su vida; pero los habitantes urbanos de hoy en día, también invocan a esta figura para la protección y la recuperación de la salud, artículos robados, o aun miembros secuestrados de la familia. La similitud con el culto a San La Muerte Paraguayo/Argentino se evidencia en esta solicitud de aquellos que ponen en riesgo su vida; también en el culto sudamericano se pide a San Muerte por una muerte no violenta ni dolorosa.
La Muerte puede ser representada como una figura masculina o femenina; de forma masculina lo visten de manera tenebrosa, con guadaña y un rosario. Otras ocasiones, la Santa Muerte es femenina, vestida con una túnica larga blanca de satén y una corona de oro.
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